Monday, December 17, 2012

Esperar nada



Nunca fue mejor su ausencia,
su feliz dejarme,
su última lágrima,
su sequía.

Nunca quise tanto su color de transparencias,
ni sus manos ajenas acariciando el olvido.

Hubieron siempre sombras abrazando
los rincones,
y cada paso era una culpa muda y sin dueño.

Nunca fue mejor su silencio,
su voz al viento,
extrañarla atraves del misterio.

Aveces camino solo,
solo y con ella
que es sombra y destino,

vuelo,
lejano,
como en un augurio
o un sueño.

La extraño,
pero nunca fue mejor su amor,
que no esperando su regreso.


Daniel Castro A
Venecia, Italia.
17-12-12