Tuesday, July 16, 2013

No sé....




Y cuantas veces soñaré tu nombre en silencio.
Y me abrazaré a tu ausencia
como un niño
que lentamente aprende a contener las lágrimas.

Y de cuantas voces he de huir,
y cuantos atardeceres intentaré olvidar.

Me encontrarán un día
en algún amanecer sin nombre
ya sin luna,
sin noche,
transparentandome en la arena,
tratando de crear hadas
con una música ilusoria.

Así sea.

El hombre es una llama
predestinada a resplandecer
sin ninguna mirada que la contemple.

Y solo,
seré luz,
y canto en las sombras tranquilas,
y el beso del viento al mar
que es su único dueño.

No sé,
cuantas veces soñaré tu nombre en silencio,
y me abrazaré a tu ausencia
como un niño
que lentamente aprende a contener las lágrimas,
para saber llorarlas.


Daniel Castro A.
Venecia, Italia.
16.07.13