Ya no
lloro.
Ni en el
silencio ni en la calma.
Ya no
espero.
Ya no sueño
viendo la ventana.
Ya no oigo
voces ni trenes.
Ni sombras
a lo lejos.
Ya no
pienso.
Ya no
presiento su ausencia.
Ya no
duermo anticipándola.
O queriendo
ser ella.
Ya no
quiero.
Ya olvidé
los nombres.
Las
esquinas.
Los techos.
Corazón de
piedra y sin cimientos.
Ya olvidé.
Lo que fue
y no fue.
Lo que
quiso ser,
y no pudo
ser.
Olvidé el
olvido.
Olvidé el
recuerdo.
Apago las
luces en secreto.
Ya no hay
historias,
ni
fantasmas.
Ya caí.
En mi noche
mas larga.
Me detengo.
Que
importa?
Ya no
espero.
Ya no sueño...
Daniel Castro A.
Venecia, Italia.
13-09-2012