Si pudiera
vencerme te elegiría a vos como enemigo.
Como
fantasma del llanto o una dulce condena.
Si pudiera
vencerme elegiría tu ausencia,
para soportarla
en secreto,
para cantarle
al oído,
para reír con
ella.
Si pudiera
vencerme elegiría tu voz.
Tu pecado.
Tu sueño.
Elegiría tu
boca,
tu piel,
tus manos
para
desangrarme en ellas.
Si pudiera
vencerme,
serías tú
la asesina.
Una mirada
autentica,
una palabra
honesta,
una verdad
tranquila,
y serías ya
noche,
y luz
y exilio.
Daniel
Castro A.
Venecia,
Italia.
18-09-2012